Ryan Hall es un deportista estadounidense de 36 años conocido en el mundo del atletismo por sus marcas en las pruebas de fondo. No en vano, corrió el maratón de Boston de 2011 en 2h04:58, la mejor marca de un norteamericano en la distancia.

Aunque el desnivel de la ciudad invalida las marcas, Hall puede presumir de haber concluido el maratón de Londres 2008 en 2h06:17, el tercer mejor registro de la historia de su país por detrás de los 2h05:38 de Khalid Khannouchi en Londres 2002 y los 2h06:07 de Galen Rupp en Praga 2018.

Nacido en Kirkland, Washington, rozó el diploma olímpico en los Juegos de Pekín 2008 al ser 10º con un tiempo de 2h12:33.

No obstante, en 2016 dio un giro a su vida y transformó su cuerpo hasta duplicar su peso. Siguió practicando deporte, pero en vez de salir a correr se centró en el trabajo de gimnasio para ganar masa muscular y modificó su dieta, ahora basada en las proteínas.

Con duro trabajo ha ganado 40 kg de músculo, ya que en su etapa como corredor solía pesar 50 kg y ahora ronda los 90.

“Fui pequeño y débil toda la vida. Simplemente quería saber cómo era sentirse grande. Quería mostrarle a la gente que podía ser diferente, pero sin engordar", afirma el ahora musculoso atleta.

Hall acaba de publicar 'Corre la milla que hay en ti”, un libro en el que revive su trayectoria deportiva y su transformación.